ÓRGANO: Grasa blanca. TÉCNICA: Hematoxilina-Eosina (H/E).
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Tejido adiposo blanco (H/E) (2x). El tejido adiposo blanco es una variedad de tejido conjuntivo cuyas células (adipocitos) almacenan gran cantidad de triglicéridos en una única gran gota lipídica por célula. Cada uno de estos adipocitos está rodeado por una membrana basal. Entre ellos existen pequeños espacios interadipocitarios ocupados por un tejido conjuntivo laxo con vasos. Vemos aquí, a bajo aumento, una muestra obtenida de la cavidad abdominal (un apéndice epiploico). Por fuera vemos una densificación de tejido conjuntivo (flecha) que rodea al conjunto de adipocitos. (Vasos sanguíneos: V).
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Tejido adiposo blanco (H/E) (4x). El tejido adiposo blanco se llama también amarillo o unilocular. Sus células, los adipocitos blancos, amarillos o uniloculares (llamados así por presentar una única gota lipídica por célula) carecen aparentemente de contenido, ya que los solventes utilizados en el procesamiento histológico del material disuelven totalmente la gota lipídica. A bajos aumentos el tejido se asemeja a un panal de abejas, con las correspondientes celdillas. Hay finos tabiques conjuntivos (flecha) que compartimentalizan la muestra. Se ven, además, vasos sanguíneos (V), de calibre diverso.
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Tejido adiposo blanco (H/E) (10x). Cada cavidad (flecha azul) que aparece en la imagen no es más que el hueco que ha dejado, al disolverse durante el procesamiento histológico de la muestra, la gota lipídica de UN adipocito blanco o amarillo. La fina línea (flecha roja) que separa un hueco de otro corresponde a la estrecha franja de citoplasma de cada una de las dos células contiguas, más el espacio interadipocitario interpuesto entre ellas. Es posible observar, además, vasos sanguíneos (V), así como delgados tabiques conjuntivos (puntas de flecha) que discurren entre los adipocitos.
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Tejido adiposo blanco (H/E) (20x). Los adipocitos blancos, amarillos o uniloculares son células esféricas y grandes, si bien al comprimirse unas contra otras adoptan contornos más poligonales que redondeados. Poseen una única y gran gota lipídica, que se pierde por completo al procesar la muestra y, por ello, queda un hueco vacío (asterisco). Sólo se ve una estrecha franja, apenas una línea, de citoplasma rechazado hacia la periferia, donde se aloja el núcleo celular (flecha), que habitualmente posee una forma aplanada. Entre los adipocitos se ven vasos sanguíneos (V) de calibres diversos.
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Tejido adiposo blanco (H/E) (40x). Los adipocitos uniloculares son células grandes y esféricas que al comprimirse unas contra otras adoptan formas poligonales. Poseen una única gota lipídica que deja un hueco vacío (asterisco) al disolverse. Sólo se ve una estrecha franja de citoplasma rechazado hacia la periferia, donde se aloja un núcleo celular con aspecto más o menos aplanado dependiendo de la tangencialidad del plano de corte (flecha roja y flecha azul). Hay núcleos (punta de flecha) que parecen estar en el seno de un espacio interadipocitario. Pertenecerían a células conjuntivas o endoteliales vasculares.
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Tejido adiposo blanco (H/E) (100x). Varios adipocitos uniloculares vistos a gran aumento. Obsérvese el enorme hueco dejado por la gota lipídica al disolverse, así como la posición del núcleo (flecha azul), rechazado hacia la periferia celular. Hay un capilar sanguíneo (flecha roja), seccionado longitudinalmente, en un espacio interadipocitario. Los dos adipocitos señalados con asterisco han sido seccionados tangencialmente, lo cual explica el extraño aspecto que presentan.
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Tejido adiposo blanco (H/E) (100x). Adipocitos uniloculares vistos a gran aumento. Obsérvese el enorme hueco (asterisco) dejado por la gota lipídica al disolverse, así como la posición del núcleo (flecha azul), rechazado hacia la periferia celular. El núcleo (flecha roja) que se aprecia en la parte superior de la imagen parece hallarse en el seno de un espacio interadipocitario y podría pertenecer, por tanto, a una célula conjuntiva, probablemente un fibroblasto.
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ÓRGANO: Grasa parda. TÉCNICA: Hematoxilina-Eosina (H/E).
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Tejido adiposo pardo (H/E) (2x). El tejido adiposo pardo es un tipo de tejido adiposo cuya principal función es producir calor. En el humano adulto está presente en mucha menor cantidad que el tejido adiposo blanco, ubicándose sobre todo en determinados lugares. Cada uno de los adipocitos de este tejido está rodeado por una membrana basal, y entre ellos hay pequeños espacios interadipocitarios ocupados por un tejido conjuntivo laxo con vasos. Vemos aquí, a bajo aumento, una muestra del tejido adiposo pardo que típicamente se halla en la región interescapular de una rata joven. (Vaso sanguíneo: V. Músculo: M).
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Tejido adiposo pardo (H/E) (4x). El tejido adiposo pardo se denomina también multilocular. Sus células, los adipocitos pardos o multiloculares (llamados así por presentar múltiples gotas lipídicas pequeñas) son de aspecto espumoso, ya que los solventes orgánicos utilizados en el procesamiento histológico del material disuelven totalmente las gotas de lípidos. En algunas áreas (asteriscos) vemos pequeños grupos de adipocitos uniloculares. Hay finos tabiques conjuntivos (flecha) que compartimentalizan la muestra. Se observan, además, vasos sanguíneos (V), de calibre diverso.
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Tejido adiposo pardo (H/E) (10x). Los adipocitos pardos o multiloculares son de aspecto espumoso ya que poseen múltiples gotas lipídicas en su citoplasma. El núcleo es único, esférico, y de localización central. En esta imagen vemos también adipocitos uniloculares (A), dispersos o constituyendo pequeños grupos, sin ningún tipo de separación con el tejido adiposo pardo. Algunos septos o tabiques conjuntivos (flecha) están compartimentalizando la muestra. (Vasos sanguíneos: V).
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Tejido adiposo pardo (H/E) (20x). Pequeño grupo de adipocitos blancos o uniloculares (A) en el seno de un tejido adiposo pardo. Los adipocitos pardos o multiloculares (P) son más pequeños que los blancos, y poseen un aspecto espumoso al presentar no una, sino múltiples gotitas lipídicas que dejan su hueco al disolverse. El núcleo de estas células, además, es redondeado y localizado centralmente. Puede observarse la presencia de algún adipocito blanco aislado (flecha), totalmente rodeado por adipocitos pardos.
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Tejido adiposo pardo (H/E) (40x). Los adipocitos pardos son esféricos y adoptan formas poligonales al comprimirse unos contra otros. El aspecto general del tejido es “glanduloide”, recordando a una glándula endocrina. El núcleo (flecha azul) de estos adipocitos es redondeado y central. El citoplasma está ocupado por múltiples gotitas lipídicas de tamaños variables (que aparecen como huecos vacíos) flotando en un citoplasma eosinófilo. Los núcleos más densos, pequeños y alargados (flecha roja), parecen estar en el seno de un espacio interadipocitario, y pertenecen a células conjuntivas o endoteliales vasculares.
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Tejido adiposo pardo (H/E) (100x). A gran aumento se comprueba cómo el núcleo (flecha azul) de los adipocitos pardos es redondeado, único y de localización central. Estas células están llenas de múltiples gotitas lipídicas (flecha roja) de tamaños variables. Entre las mismas es posible observar estrechas franjas de citoplasma eosinófilo, de apariencia granular (punta de flecha), debido a la riqueza en mitocondrias. A la izquierda de la imagen pueden verse varios adipocitos blancos (A), con su típica apariencia.
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ÓRGANO: Sangre (humana). (Extensión). TÉCNICA: Tinción tipo Giemsa.
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (20x). La sangre es una variedad de tejido conjuntivo compuesta por "elementos formes" y una sustancia intercelular líquida, el "plasma sanguíneo". Se prefiere hablar de "elementos formes" porque los más numerosos (hematíes y plaquetas) no tienen núcleo y por lo tanto no se pueden considerar como auténticas células. Los leucocitos sí que poseen núcleo y son verdaderas células. Vemos aquí, a bajo aumento, una extensión de sangre humana. Puede observarse cómo los hematíes (H) son el elemento predominante, siendo mucho más escasos los leucocitos (flechas).
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (40x). Los hematíes, eritrocitos o glóbulos rojos (H) son el elemento forme más abundante de la sangre. Poseen forma de disco bicóncavo de unas 7 micras de diámetro, y en su centro se ve una región pálida debido a que esa zona es más delgada y contiene menos hemoglobina. Los pequeños corpúsculos dispersos por la muestra corresponden a plaquetas (flecha roja). Los leucocitos o glóbulos blancos (flecha azul), mucho más escasos que hematíes y plaquetas, son verdaderas células y se distinguen fácilmente porque poseen núcleo.
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (100x). Existen cinco tipos de leucocitos: granulocitos o polimorfonucleares (neutrófilos, eosinófilos y basófilos) y agranulocitos o mononucleares (linfocitos y monocitos). Vemos aquí un leucocito polimorfonuclear neutrófilo, el más numeroso. Se caracteriza por poseer un núcleo polilobulado (flecha azul) y un citoplasma con abundantes gránulos específicos de apetencia tintorial neutra. Obsérvese el típico aspecto de los hematíes, con su región central pálida (flecha roja). Algunos hematíes, llamados "hematíes crenados" (punta de flecha), tienen un contorno espiculado.
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (100x). En la mujer algunos polimorfonucleares neutrófilos, como el de la imagen, poseen en uno de los lóbulos nucleares un curioso apéndice o expansión en forma de "palillo de tambor" (flecha): se trata de la llamada "cromatina sexual" o "corpúsculo de Barr". (Es uno de los dos cromosomas sexuales X inactivado por heterocromatinización).
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (100x). El polimorfonuclear eosinófilo tiene un núcleo bilobulado (flecha azul) y un citoplasma lleno de gránulos específicos (flecha roja) de tamaño grande y apetencia tintorial eosinófila. Es mucho más escaso que el polimorfonuclear neutrófilo.
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (100x). El polimorfonuclear basófilo (B) es muy difícil de encontrar debido a su escaso número. Su citoplasma posee abundantes gránulos específicos de apetencia tintorial basófila, que dificultan enormemente la visualización del núcleo. En la imagen se observa también un polimorfonuclear neutrófilo (N). Los hematíes están adheridos entre sí formando las llamadas "pilas de monedas" (flecha).
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (100x). Los linfocitos son, después de los polimorfonucleares neutrófilos, los leucocitos más abundantes. Vemos aquí dos linfocitos pequeños (L), los más habituales, cuyo tamaño es apenas mayor que el de un hematíe. Destaca el núcleo, redondeado y sin lobulaciones, que ocupa la mayor parte del volumen celular. Rodeando al núcleo hay una estrecha franja de citoplasma ligeramente basófilo.
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (100x). No es raro encontrar, en las extensiones de sangre, linfocitos de tamaños algo mayores. Vemos aquí un linfocito grande (L). El núcleo ocupa la mayor parte del volumen celular y puede presentar una ligera escotadura. El citoplasma es más abundante que en los linfocitos pequeños, y en él pueden llegar a verse algunos gránulos azurófilos.
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (100x). Tercer leucocito en número, tras polimorfonucleares neutrófilos y linfocitos, el monocito (M) es, sin duda, el leucocito de mayor tamaño. Posee un núcleo grande, con forma de rinón, y un citoplasma amplio en el que hay cierta cantidad de gránulos azurófilos. (Polimorfonuclear neutrófilo: N).
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (100x). No siempre los monocitos presentan el típico aspecto descrito en la imagen anterior. Vemos aquí un monocito (M) cuyo núcleo es algo más irregular, pero el gran tamaño celular y la amplitud del citoplasma, el cual posee gránulos azurófilos, son característicos. Obsérvese cómo los hematíes están agrupados en "pilas de monedas" (flecha).
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Sangre humana (Tinción tipo Giemsa) (100x). Las plaquetas (flecha) son el elemento forme más pequeño y el segundo en abundancia tras los hematíes. Tienen forma de disco biconvexo y carecen de núcleo. En la imagen se observa también un monocito (M) y un cayado neutrófilo (C). Este último corresponde a una forma joven, algo inmadura, del polimorfonuclear neutrófilo, que ocasionalmente puede aparecer en las extensiones de sangre.
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ÓRGANO: Sangre (ave). (Extensión). TÉCNICA: Hematoxilina-Eosina (H/E).
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Sangre de ave (H/E) (20x). En ciertas especies (peces, anfibios, aves y reptiles), los hematíes poseen núcleo. Vemos aquí, a bajo aumento, una extensión de sangre de pollo. Destaca la forma discoide de los hematíes y la presencia del núcleo.
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Sangre de ave (H/E) (40x). Hematíes nucleados en una extensión de sangre de pollo. Se ven, además, unos cuantos leucocitos (flecha).
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Sangre de ave (H/E) (100x). Imagen a gran aumento de hematíes de pollo en una extensión de sangre. Son de forma discoide, el citoplasma es eosinófilo, y poseen un núcleo redondeado o ligeramente ovalado. (Leucocito: L).
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ÓRGANO: Médula ósea. TÉCNICA: Hematoxilina-Eosina (H/E).
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Médula ósea (H/E) (2x). La médula ósea "roja" o "hematopoyética" está en la cavidad medular de ciertos huesos y es donde, de modo continuo, se están generando todos los elementos formes de la sangre, proceso conocido por el nombre de HEMATOPOYESIS. Vemos aquí, a bajo aumento, una sección, algo oblicua, de un hueso joven. La cavidad medular está totalmente llena de médula ósea (M), la cual destaca por su basofilia y elevada celularidad. (Manguito óseo (futura cortical): C. Trabéculas óseas mixtas: flecha. Músculo esquelético: Mu).
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Médula ósea (H/E) (4x). La médula ósea roja (M) se puede dividir en dos componentes: en primer lugar, un “compartimento vascular” constituido por unos capilares sanguíneos especiales de luz amplia y pared delgada y discontinua, denominados "sinusoides", que aparecen en la imagen como pequeños huecos vacíos u ocupados por algunos hematíes; en segundo lugar, un "compartimento hematopoyético" de aspecto muy celular, donde se hallan las células precursoras de los elementos formes de la sangre. (Manguito óseo (futura cortical): C. Periostio: P. Trabéculas óseas mixtas: T).
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Médula ósea (H/E) (10x). En el compartimento hematopoyético de la médula ósea roja existe una enorme celularidad, ya que ahí se pueden encontrar todas las células precursoras de los elementos formes de la sangre. Incluso a mediano aumento son fáciles de distinguir los megacariocitos (flecha azul), debido a su gran tamaño. De ellos se originan las plaquetas. Los huecos ovalados o alargados, vacíos o con algunos hematíes, corresponden a los sinusoides (flecha roja). Ocasionalmente puede verse algún adipocito (punta de flecha), que no debe ser confundido con un sinusoide. (Trabéculas óseas mixtas: T).
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Médula ósea (H/E) (20x). El compartimento vascular de la médula ósea está constituido por unos capilares sanguíneos especiales, los sinusoides, de luz amplia y pared delgada y discontinua, que en la imagen aparecen como pequeños huecos ovalados o alargados, vacíos (flecha azul) o conteniendo (flecha roja) algunos hematíes. El compartimento hematopoyético (H) es intensamente celular, contiene las células precursoras de los elementos formes sanguíneos, y en él sólo son fáciles de distinguir los megacariocitos, uno de los cuales (punta de flecha) aparece muy próximo a un sinusoide.
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Médula ósea (H/E) (40x). Imagen a gran aumento de la médula ósea roja o hematopoyética. Destacan los sinusoides (S) y el compartimento hematopoyético (H). Los sinusoides componen el compartimento vascular, y son unos capilares sanguíneos especiales de calibre amplio y pared fina y discontinua. Algunos (flecha) contienen hematíes, pero otros se han vaciado (sería un artefacto). En el compartimento hematopoyético, muy celular, se distinguen con facilidad los megacariocitos (M), debido a su gran tamaño y a la forma irregular de su núcleo.
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Médula ósea (H/E) (100x). Sinusoide de la médula ósea roja o hematopoyética. Destaca la amplia luz (L) y la delgadez de su pared (flechas azules). Se observa un núcleo de una célula endotelial, seccionado tangencialmente (flecha roja). Hay algunos hematíes en la luz sinusoidal. Nótese la gran celularidad del compartimento hematopoyético (H).
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Médula ósea (H/E) (100x). La localización más característica de los megacariocitos (M) es, como muestra la imagen, la inmediata vecindad de un sinusoide (S). El megacariocito es una célula gigante, poliploide (podría tener hasta 64n de ADN), con un núcleo (flecha azul) de forma muy irregular, lobulado, grande y único. El citoplasma es amplio, y su fragmentación origina las plaquetas. Se observan en los sinusoides núcleos de células endoteliales (flecha roja). Llama la atención la gran celularidad del compartimento hematopoyético (H).
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Médula ósea (H/E) (100x). Aun siendo células gigantes, los megacariocitos pueden presentar distintos tamaños. Se observan aquí, a gran aumento, tres megacariocitos (M). En todos ellos el núcleo es grande e irregular, a veces marcadamente lobulado, como se ve en el megacariocito de la parte inferior de la imagen. La médula ósea roja es muy blanda y friable, de modo que con mucha frecuencia aparecen artefactos que se manifiestan como pequeños desgarros (asterisco) o como desprendimiento de células. Arriba a la derecha y abajo a la izquierda se ven hematíes (H) en la luz sinusoidal.
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ÓRGANO: Médula ósea (extensión) (humana). (Extensión). TÉCNICA: Leishman.
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Extensión de médula ósea (Leishman) (10x). El estudio de las células de la médula ósea se realiza sobre extensiones que se obtienen de punciones de huesos planos, como el esternón, que tienen una médula ósea activa. Se observan diferentes agrupaciones celulares (flechas) que corresponden a precursores de los elementos formes de la sangre en distintas fases de maduración. A pesar de que en el compartimento hematopoyético no hay hematíes, en la extensión son muy numerosos, debido a que al hacer la punción se rompen los vasos sanguíneos de la médula ósea y se aspiran los eritrocitos contenidos en ellos.
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Extensión de médula ósea (Leishman) (20x). Entre la gran variedad de células en maduración que aparecen en la extensión de médula ósea, en este campo llama la atención la presencia de un megacariocito (flecha).
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Extensión de médula ósea (Leishman) (40x). Aunque las extensiones de médula ósea se estudian a máximos aumentos (100x) utilizando aceite de inmersión, en esta imagen a mediano aumento se identifican ya algunos tipos celulares, como un metamielocito eosinófilo (flecha), con un citoplasma eosinófilo, así como varios eritroblastos policromatófilos (puntas de flecha), precursores de hematíes. En las siguientes imágenes se muestran ejemplos de los componentes más representativos, principalmente de las series eritroblástica (precursora de los hematíes) y granulocítica (precursora de los polimorfonucleares).
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Extensión de médula ósea (Leishman) (100x). La célula central grande corresponde a un proeritroblasto (Pe). Se identifica por el gran tamaño nuclear y celular (es útil tomar como referencia las dimensiones de los hematíes próximos, unas 7 micras de diámetro), y por la tinción de color añil del citoplasma. A su derecha se observa un eritroblasto policromatófilo (Ep), célula más pequeña y más avanzada en el proceso de diferenciación de los hematíes, que posee un núcleo denso central rodeado por un estrecho citoplasma de color azul-grisáceo.
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Extensión de médula ósea (Leishman) (100x). En este grupo de células se pueden identificar diversos precursores de hematíes. Los eritroblastos basófilos (Eb) son semejantes a los proeritroblastos de la imagen anterior, pero de menor tamaño (compárense con los hematíes). Se observan también varios eritroblastos policromatófilos (Ep) y abajo a la derecha un normoblasto (Nb).
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Extensión de médula ósea (Leishman) (100x). De las tres células que aparecen en el centro de la imagen, las de los extremos corresponden a promielocitos (Pm), que se caracterizan por tener un citoplasma repleto de gránulos azurófilos, llegándose a observar la imagen negativa del aparato de Golgi (punta de flecha). Entre estas dos células se encuentra un promonocito (flecha).
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Extensión de médula ósea (Leishman) (100x). La célula más grande que se ve a la izquierda de la imagen es un mielocito neutrófilo (Mn), que posee un núcleo excéntrico y aplanado en un lado, y un citoplasma con imagen negativa del aparato de Golgi (punta de flecha) así como granulos azurófilos, si bien en menor cantidad que en el promielocito de la imagen anterior. Abajo a la derecha hay un metamielocito (Mt), cuyo núcleo presenta una pequeña depresión. Algo más arriba aparecen dos cayados (Cy). (Normoblasto: Nm).
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Extensión de médula ósea (Leishman) (100x). En este conglomerado celular llaman la atención dos células que contienen abundantes gránulos eosinófilos en sus citoplasmas. Ambas son precursoras de granulocitos eosinófilos: la de arriba corresponde a un mielocito eosinófilo (Me), mientras que la de abajo, más pequeña, es un metamielocito eosinófilo (Mt).
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Extensión de médula ósea (Leishman) (100x). Esta célula gigante, con un núcleo grande y muy lobulado, corresponde a un megacariocito. Posee un amplio citoplasma con aspecto finamente granular, debido a que acumulan los gránulos de las futuras plaquetas, las cuales se originarán por fragmentación del citoplasma del megacariocito.
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